Nuestra obligación tomar conciencia: DVH Seguro

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A partir del 1 de julio de 2014, cada vez que se compre una ventana con doble vidrio hermético se deberá especificar si será utilizado en una zona de riesgo o un área factible de impacto humano y además, si el paño supera los 1,50 m2 de superficie, se deberá utilizar vidrios de seguridad en su conformación. Así lo establece una resolución de la Cámara del Vidrio Plano, que tiene como objetivo de incrementar la seguridad de las personas. Revista Ventana entrevistó a Gustavo Arona, vicepresidente de CAVIPLAN y Jorge Davies, asesor de CAVIPLAN, para profundizar y entender aún más los motivos de esta resolución.
Revista Ventana: ¿Cómo nace la resolución sobre DVH Seguro?
Gustavo Arona: La Cámara del Vidrio Plano fue receptora por varios canales de quejas y consultas de socios y no socios, acerca de problemas reglamentarios por habilitación y seguridad. Yo asemejo esto a que en el año `30 los autos eran tan autos como ahora, pero hoy tienen cinturón de seguridad. Hoy seria impensado salir con un auto sin cinturón. Esto es más o menos lo mismo. El DVH incrementó su presencia en la construcción, debido a sus rendimientos en ahorro energético, acústico, y al confort que brinda. Antes eran 3 o 4 ventanas por casa, hoy son muchos metros cuadrados de superficie vidriada. Los vanos son cada vez más grandes, se quieren explotar las visuales, las ventanas ya no son ventanitas, son ventanales. Estos temas ya los habíamos analizado para la Ley de Vidrios de Seguridad, que tardó 15 años en promulgarse. Los primeros que trabajaron en esto quisieron definir qué era la seguridad en un vidrio y aparecieron tantas situaciones que se optó por generar tres ideas fuerza que son: el área susceptible de impacto humano, el área de riesgo, que tenga carga de viento (frente de un edificio o un techo) y el dimensionamiento dónde está colocado. En base a esas generalidades, tomamos el tema en la Cámara y generamos la resolución DVH Seguro.
Revista Ventana: ¿Qué objetivo persigue la resolución?
Gustavo Arona: Intentamos poner claridad en tres aspectos muy fuertes: Todo DHV que se fabrique en la República Argentina que tenga una superficie igual o mayor a 1,5 m2 deberá tener vidrios seguros para las personas en su composición, según normas IRAM 12595 y 12596. Se deberá especificar siempre si el destino del DVH solicitado será una zona de riesgo o factible de impacto humano, según norma 12595. Se deberá especificar siempre qué tipo de sellador secundario llevará el DVH solicitado, tanto por parte del comprador del DVH como por parte del sector administrativo/comercial del fabricante hacia su sector de producción de DVH. Con estas tres ideas fuerza estamos salvaguardando la seguridad de la comunidad y la responsabilidad de nuestros clientes.
Revista Ventana: ¿Con qué problemas se encontraron en el sector?
Gustavo Arona: El primer problema ante la consulta de nuestros socios es que el fabricante no sabe qué uso tendrá ese vidrio, ni tampoco dónde será colocado. En la cadena de comercialización hay muchos actores: la empresa constructora, el carpintero, el vidriero; alguno de ellos lo va a colocar y sabe dónde y qué tipo de carpintería lo contiene, pero el que lo fabrica no. Entonces se abre un cuadro de dialogo para que la venta sea especializada.
El DVH como elemento nuevo, como el último producto vitreo que irrumpió en la construcción, adolecía del problema del vidrio crudo y de espesor flojo. El DVH de seguridad tendría que tener largo, ancho pero también debería tener cierto espesor.
Otro punto que tuvimos en cuenta, fue analizar en los extrusores los perfiles que ellos ofrecen al mercado. Los grandes extrusores tanto de aluminio y PVC tienen en sus líneas perfiles que admiten el espesor de DVH con vidrios de seguridad. Eso también es una tranquilidad considerando que la carpintería y el vidrio son un conjunto.
Revista Ventana: La Ley de Vidrios de Seguridad, ¿qué lugar toma frente a esta resolución?
Gustavo Arona: La Ley de Vidrios de Seguridad es el marco legal de referencia de esta resolución de la Cámara del Vidrio Plano. La aplicación de la Ley está aprobada en Mendoza, Buenos Aires, San Isidro, Rosario, Godoy Cruz, Gualeguaychú, Córdoba, provincia de Tucumán. Está en proceso de ser promulgada en Neuquén, San Luis, San Rafael, Paraná, San Juan y Olavarría. En la Provincia de Santiago del Estero y San Luis para edificios públicos. Es decir, que hay varias ciudades de importancia que se han sumado a Buenos Aires.
Por debajo de la Ley, pero con una fuerza muy importante, están las normas IRAM que forman parte de ella. La norma IRAM 12.556 Vidrios planos de seguridad, la norma IRAM 12.565 Cálculo de espesor conveniente de vidrio vertical, norma IRAM 12.595 Prácticas recomendadas para aéreas susceptibles de impacto humano y la norma IRAM 12.596 Prácticas recomendadas: el vidrio de seguridad en la construcción. Estas normas son de cumplimiento obligatorio donde la ley está vigente, donde no lo está queda a criterio de cada uno cumplirlas o no.
Revista Ventana: ¿De qué forma se da aplicación de esta resolución?
Gustavo Arona: La Cámara del Vidrio Plano clarificó tres puntos fuertes. Después está el criterio profesional del que compra y del que instala. Hay un cuadro de dialogo entre el dueño de casa o desarrollador, el profesional o proyectista y quien ejecuta la obra o la empresa constructora. Esos tres estadios están involucrados, son tan responsables como el vidriero o carpintero. Por ello, se buscó generalidades para que la gente, sin saber mucho de vidrio, tenga en claro qué es lo que necesita. Los fabricantes a partir del 1 de julio no están elaborando DVH sin tener en cuenta estos tres puntos. Hay una responsabilidad patrimonial muy importante.
Jorge Davies: Lamentablemente la aplicación de todo esto tiene un costo muy alto. Solo ante la evidencia de un accidente la gente comienza a tomar conciencia. La ley de vidrios de seguridad tardó 15 años en salir, pero se aceleró violentamente después de dos o tres accidentes que lamentablemente sucedieron y se dieron a conocer a través de los medios de comunicación, precipitando la aprobación de la ley. Es verdad que la determinación de aplicarla es tomada por el arquitecto o la empresa constructora, el desarrollador, el proyectista, los vidrieros o los carpinteros; pero deberán hacerse responsables de lo que suceda.
Revista Ventana: ¿Existen estadísticas sobre los accidentes provocados por vidrios?
Gustavo Arona: Cuando fuimos a buscar estadísticas descubrimos que no hay inventario de medicina en la Argentina. En los libros de acta de las guardias solo dice corte de tantos puntos. Pero no especifica con qué se realizó el corte, puede ser por un vidrio, una madera, una lata, o un clavo. Las únicas estadísticas las obtuvimos de medios internacionales, así como de la Asociación de Pediatría. Eso nos dio un panorama que llevó a tomar la decisión de poner claridad en este tema. La Cámara no podía quedarse callada ante este problema porque si no éramos cómplices.
Revista Ventana: En cuanto a la responsabilidad de la rotura de un vidrio, ¿hoy quién se hace cargo?
Gustavo Arona: Todo vidrio se rompe, están preparados para romperse, incluso los de seguridad, el tema es que se rompan de forma segura. Desde la legislación se mitiga el riesgo de muerte o de heridas graves; que una persona no pase de un lado al otro, que una persona no caiga de un quinto piso, o se le caiga de gran altura un trozo de vidrio.
La Cámara no tiene poder de policía, es un problema de la Ley, un problema de los abogados. La justicia deberá investigar quién compró o a nombre de quién. Ya no es un problema térmico ni de estética, sino que es un problema de seguridad donde puede haber serias lesiones o pérdida de vidas, donde puede haber responsabilidades que son punibles porque existe la ley. Esto fue lo que nos movió a generar esta resolución.
Revista Ventana: ¿Cuáles son los vidrios considerados de seguridad?
Gustavo Arona: La ley de vidrios se seguridad indica que los vidrios considerados de seguridad son el vidrio laminado con PVB y el templado. Además, indica que deben estar identificados: el templado en forma indeleble a través de un sello con la marca del fabricante y con la leyenda “vidrio templado” y el laminado tiene que estar identificado con una etiqueta removible para que en el momento del montaje se pueda dar fe que se trata de un vidrio laminado. El vidrio armado y el termo endurecido no son considerados vidrios de seguridad.
Revista Ventana: ¿Cuáles son los pasos a seguir?
Gustavo Arona: A partir de acá estamos difundiendo la resolución. Fue bastante coercitivo, tuvimos que poner un plazo. En algún momento había que decir hasta acá llegamos. Se suscitaron muchos inconvenientes, zonas grises, como por ejemplo carpinteros que habían acopiado material. Esas zonas grises hoy se están desvaneciendo. La idea es que se aplique a la fabricación y provisión de ahora en adelante.
Revista Ventana: ¿Cuál fue la respuesta del sector?
Jorge Davies: Hicimos capacitaciones en la sede de CAVIPLAN, en Córdoba, Rosario, Pilar. Algunos privados hicieron jornadas en sus establecimientos. Se armó una movida importante, muy intensa. Nos quedamos sorprendidos por la respuesta positiva del sector.
Gustavo Arona: La respuesta fue muy buena. Notamos que la gente lo estaba esperando. Era tal la magnitud del desorden y los accidentes provocados, que la gente reflexionó. Hay gente que reniega del costo pero avistan el riesgo: “está mi nombre, mi sello, mi factura, mi certificado de obra”. La provisión de un DVH debe estar perfectamente definida, no es un kg de arena o yeso.
Revista ventana: ¿Cuáles son los planes a futuro?
Jorge Davies: En una segunda etapa queremos continuar con las capacitaciones en diferentes sitios del país. Seguir difundiendo a través de los medios. Nos movimos con las cámaras a las que pertenecemos: la Cámara Argentina de la Construcción, la Sociedad central de Arquitectos, Centro de Ingenieros. Hemos tenido repercusión en la prensa, en algunos diarios. Se trató de dar una difusión para que llegue a todo el mundo. Es laborioso, es difícil, los costos son altísimos, pero lo estamos logrando.
Gustavo Arona: Además, estamos realizando un monitoreo interno con nuestros colegas para saber cómo les fue y qué inconvenientes se presentaron a la hora de aplicar esta resolución. Queremos alertar a nuestros clientes y a los clientes de nuestra gente, y a los clientes de los clientes, para que la cadena tome conciencia que estamos trabajando con un producto muy delicado. Desde el punto de vista de las resoluciones técnicas la Cámara está a disposición para ayudar a quien necesite asesoramiento técnico. Vivimos contestando consultas y eso cumple con uno de los objetivos de nuestro estatuto: bregar por la industria pero también por el bien común.