Operaciones a realizar por los instaladores de ventanas


Según el caso de que se trate ya sea obra nueva o rehabilitación, el montaje propiamente dicho es similar. Las diferencias fundamentales son la existencia o no de carpinterías o de los premarcos. Si hay ventanas, se retira la madera o perfiles metálicos, se reutiliza si es posible el premarco existente, se regulariza la obra y se colocan los perfiles o molduras complementarios para el forro de la embocadura.
1. Antes de comenzar el montaje en caso de sustitución de ventanas.
– Comprobación de las dimensiones de las nuevas ventanas, previo a quitar las antiguas.
– Retirada de las hojas en función del tipo de abertura
– Retirada de los vidrios
2. Replanteo de los huecos
– Comprobación de la estructura alrededor del hueco donde va a ir instalada la ventana
– Medición de los huecos: tres mediciones a lo ancho y tres mediciones a lo alto. Medición de las diagonales del hueco para verificar la escuadrías (la diferencia de longitud entre las dos diagonales no será menor de 5 mm para marcos o premarcos con perfiles mayores de 2 m de longitud y de 3 mm para perfiles menores o iguales a 2 m de longitud).
3. Posicionamiento del marco en el hueco
– Colocación de la ventana en el hueco (ayuda con cuñas de plásticos o madera) para dejar el marco nivelado en sus cuatro costados.
– Se comienza el nivelado horizontal (cuñas en la parte inferior a 50 mm aproximadamente de sus extremos y sobre ellas se apoya el marco).
– Comprobación de la operación con el nivel de burbuja.
– Cuñas laterales en la parte interior de los laterales verticales, a igual distancia de los extremos (50 mm) tratando de que la separación entre el marco y el muro sea similar en ambos lados.
– Nivelado respecto a la vertical, con sendas cuñas en el tramo horizontal superior del marco.
– Verificación de las diagonales: Para comprobarlo, se verifican las dos diagonales, entre las que no debe haber una diferencia superior a 5 mm para marcos con perfiles de longitud mayor de 2 m, y a 3 mm para los perfiles de longitud menor de 2 m. Se debe completar con cuantas cuñas se estime necesario, de manera que el marco quede bien nivelado con respecto a la horizontal, a la vertical, y respecto al muro.
– En el caso de que posteriormente se vaya a fijar con tornillería, es recomendable que se coloquen cuñas o suplementos de madera en las zonas próximas a los puntos de atornillado, porque de este modo se evitan posibles deformaciones o alabeos del perfil del marco.
4. Fijación del marco a la obra
– Mediante garras o atornillado (este último más recomendable si la ventana va a ir situada a haces medios)
– Mediante tornillos
– Fijación mediante taco expansor o tornillos para muro
5. Relleno de la junta (holgura) ventana-muro
– Aplicación del material sellante / aislante en la holgura perimetral (espuma de poliuretano). Utilizar un fondo de junta temporal (o láminas de aislamiento).
– Eliminación de las rebabas con una cuchilla dejando la superficie limpia, con un espacio o canal para aplicar la silicona. Eventualmente aplicar removedor de PU en seco.
6. Acristalamiento y ajunquillado
– El vidrio nunca debe estar en contacto con el marco. Para evitarlo, se dispondrá de una serie de calzos (cuñas) de apoyo que transmitan el peso del vidrio al marco. Además de los calzos de apoyo hay que situar unos calzos perimetrales para mantener la posición correcta del vidrio y evitar sus posibles desplazamientos laterales.
– Ningún calzo debe interferir en el funcionamiento de las ranuras de desagüe y ventilación.
– La sujeción del vidrio al marco se consigue mediante los junquillos. El junquillo, por lo general, lleva incorporada una junta de neopreno, que es lo que entra en contacto con el vidrio. El junquillo suele ir clipado sobre el perfile de hoja o marco. Existen varios tamaños, cada uno de ellos adecuado para determinados espesores del vidrio, de manera que a un vidrio grueso le corresponde un junquillo pequeño, y a la inversa, a un vidrio delgado le corresponde un junquillo grande.
– En el caso de que los junquillos se suministren clipados, lo primero que hay que hacer es desajunquillar. A continuación se colocan los vidrios en el galce, terminándose la operación colocando de nuevo los junquillos.
7. Vidrio
– En un doble acristalamiento si los espesores de las lunas son iguales, es indiferente qué cara se coloca hacia el interior y cuál hacia el exterior, ya que funcionan de la misma manera. Pero hay que tener en cuenta que existen vidrios que llevan algún tratamiento especial en una de sus dos caras, dependiendo de su buen funcionamiento de que el vidrio se haya colocado en la posición correcta. Esto mismo es aplicable a los dobles acristalamientos con lunas de diferentes espesores o que llevan incorporado un vidrio laminar de seguridad, capas de control solar o de baja emisividad. En estos dos casos la posición del vidrio viene determinada por la razón por la cual el cliente ha pedido dos vidrios diferentes. Esto es, por las prestaciones que aporta al acristalamiento el vidrio “especial” en una de sus dos caras.
8. Sellado y remetas finales
– El sellado de la junta exterior ventana-muro se realiza con un sellador neutro permanentemente elástico y resistente a la intemperie. Para mayor productividad en cualquier circunstancia, se recomienda el uso de un sellador que permite su aplicación incluso sobre superficies húmedas. Este sellado es imprescindible para evitar la entrada hacia el interior del agua, del aire y del polvo. Debe llevarse a cabo cuando las hojas, acristaladas, estén ya colocadas en los marcos.
– En cuanto a los remates, existe una amplia variedad de perfiles de remate, destacando los tapajuntas, los angulares y los alféizares. El más habitual es el tapajuntas, el cual, actuando como “embellecedor”, oculta las holguras, dejando en el interior un acabado perfecto.
– Los tapajuntas irán adheridos a la obra con silicona y sobre el cerco, pegados y clipados.
9. Regulación de los herrajes
Los principales puntos de regulación son los tres siguientes:
– Bulones excéntricos, que al hacerlos girar mediante llave hexagonal permiten dar más o menos presión sobre las juntas.
– Parte posterior del compás, cuya regulación hace subir o bajar la esquina de la hoja opuesta en la diagonal de esa hoja.
– Bisagra de esquina oscilo batiente, con desplazamiento en las tres direcciones, actuando sobre el tornillo correspondiente.
10. Inspección final y recepción del trabajo por el cliente
– Limpieza de la ventana
– Inspección final.
Fuente: Manual de Instalación de ventanas ASEFAVE