Actualmente es posible habitar el planeta de manera más sostenible a través del diseño y la construcción eficiente; mediante una adecuada elección de materiales que permiten lograr hogares más sustentables, mejorar la calidad de vida y a su vez proteger el planeta que nos rodea.
El 5 de junio, con la conmemoración del día del medioambiente en todo el mundo, se renueva la posibilidad de repensar la forma en que habitamos y dejamos nuestra huella en el planeta; y distinguir qué herramientas tenemos a nuestro alcance, que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida sin renunciar al confort, diseño o al estilo elegido y con el que se lleva adelante una vivienda.
En este sentido, Argentina Green Building Council (AGBC) presentó el informe “Barómetro de hogares verdes y saludables”, dedicado a explorar el rol de las viviendas en la recuperación sustentable, elaborado en torno a una encuesta llevada a cabo sobre una amplia base de datos, entre los cuales el 87% representa hogares unifamiliares y el 13% a hogares multifamiliares a nivel nacional.
Dicho informe permite abordar la temática de una manera general sobre el estado de situación actual de las viviendas en nuestro país y elabora un análisis sobre la construcción de viviendas y desarrollos inmobiliarios que procuren el bienestar social, mental y físico de sus habitantes, y que puedan contar con nuevas estrategias y herramientas que le permitan mejorar su calidad de vida sin resignar confort.
Según este informe, entre los factores más relevantes para lograr hogares saludables, se encuentran el ingreso de luz natural, la ventilación, la conexión con espacios exteriores, la aislación acústica, el cuidado del agua y la eficiencia energética. Muchos de estos aspectos, relevantes para mejorar significativamente la calidad de vida de las familias, pueden llevarse adelante a partir de la adecuada elección de materiales para la construcción, tanto para una obra nueva o remodelación de una vivienda preexistente.
La envolvente de un hogar; techo, muros, aberturas, pisos, nos conectan con el exterior y a su vez actúan de capa protectora contra el impacto de agentes externos como el clima y otras cuestiones sobre las cuáles no se puede tener control. Las ventanas, cuando son eficientes, ayudan a contener y conservar tanto el frío como el calor dentro de la vivienda, y evitan el ingreso del viento, lluvia o el impacto de altas o bajas temperaturas. Al mismo tiempo, permiten conservar la climatización natural, sin perder temperatura, y evitan el uso excesivo de la calefacción/refrigeración, sobre todo cuando se trata de aberturas eficientes a nivel energético.
Es el caso de las carpinterías de PVC, su baja conductibilidad, el diseño multicámara de los perfiles, el sistema de cierre perimetral y el uso de doble vidriado hermético -todas, parte del sistema- pueden lograr en su conjunto una disminución de más del 35% de las pérdidas de energía producidas a través de las aberturas.
“En TECNOPERFILES trabajamos con el PVC como nuestra materia prima y notamos un enorme salto cualitativo con el uso de estas carpinterías, que son cada vez más elegidas en el mundo, ya que ofrecen una gran aislación termo acústica y una gran durabilidad. Al tener una larga vida útil y al no requerir prácticamente mantenimiento, generan menos residuos, con la posibilidad, además de reciclar los perfiles y reutilizarlos para otros usos y funciones”, explica la Arq. Adriana López, jefa de grandes proyectos y experta en eficiencia energética de TECNOPERFILES.
Cuatro de los seis atributos que se mencionan en el informe de AGBC pueden alcanzarse a través de ventanas eficientes, como pueden ser las de PVC:
- Una buena calidad de aire para minimizar los riesgos de salud
- Confort térmico y eficiencia energética
- Beneficios de la luz natural
- Reducción del ruido y la acústica
Todos beneficios que pueden obtenerse mediante pequeñas modificaciones, sin entrar en obra gruesa, con el recambio de las ventanas preexistentes por otras de mejores prestaciones.
Por sus cualidades técnicas, tecnología y diseño, las aberturas de PVC son elegidas para una construcción más eficiente y sustentable. Aportan además estanquidad, seguridad y resistencia; sumado a su máxima aislación acústica, logrando reducir ruidos externos con espacios más herméticos.
“El impacto de los ruidos exteriores forman parte de la contaminación a la que estamos expuestos diariamente en grandes ciudades, pero es posible reducirla e insonorizar los ambientes de la vivienda, renovando las ventanas por unas de PVC con doble vidriado hermético (DVH) que proporcionan la mayor aislación termoacústica, es decir que regulan la temperatura del ambiente, favorecen el ahorro de consumo energético y reducen los ruidos externos que interfieren con la vida diaria”, explica la Arq. López de TECNOPERFILES.