Por Oscar Fulgueira, Gerente General de IEL,Distribuidor Autorizado Dow Corning®
Continuando con el recorrido por el mundo de los selladores, iniciado en nuestra edición anterior a cargo de Oscar Fulgueira, Gerente General de IEL, primer distribuidor oficial de Dow Corning® en el país y especialista en la materia, en esta oportunidad nos interiorizaremos respecto de la relevancia de su uso en las aberturas de edificio.
Desde hace unos años, existe a nivel mundial una creciente tendencia a construir viviendas con aberturas cada vez más grandes, debido a la importancia que se le otorga a las visuales exteriores y a la comunicación entre el adentro y el afuera, en la arquitectura contemporánea. Esta tendencia tiene como resultado final una mayor integración de los espacios. Naturalmente esta tendencia mundial se hizo posible también en nuestro país con la llegada al mercado de vidrios de mayor tamaño.
De esta forma, a partir de la llegada de estas nuevas posibilidades en el tamaño de las aberturas, se ha comenzado a generalizar el uso de vidrios laminados y Doble Vidriado Hermético (DVH). Siendo los vidrios laminados, vidrios de seguridad que, en caso de rotura, se desintegra en pequeños fragmentos no punzantes evitando así generar heridas de gravedad a las personas. En cambio, el DVH colabora con la aislación térmica y acústica de la vivienda, siempre y cuando su fabricación cumpla con las exigencias descriptas según manuales y normas.
El DVH consiste en la unión de dos vidrios de espesores y características iguales o distintas, que se unen entre sí mediante un separador y doble sello. El primer sello habitualmente es butílico y determina la hermeticidad del DVH, mientras que el sello exterior, también llamado sello secundario, le otorga rigidez al conjunto y colabora con la hermeticidad. Respecto a este segundo sello, se pueden utilizar distintos materiales: polisulfuro, hot melt o silicona. Dentro de las siliconas se puede utilizar silicona estructural o no estructural, dependiendo del uso que se le dará al panel de DVH.
Cuando los módulos de DVH se encuentran contenidos dentro de la perfilería de aluminio o PVC (marco capturado), se puede optar por utilizar silicona no estructural. Sin embargo, cuando el panel de DVH se utilizará en aplicaciones de muro cortina o piel de vidrio, el sellador a utilizar debe ser de silicona estructural, ya que éste será el que mantendrá la estructura del módulo evitando que el vidrio exterior se desprenda.
Volviendo al tamaño de las aberturas y con el fin de asegurar la estanqueidad, es importante tener presente que el sellador utilizado en la unión entre la mampostería y el marco, se encontrará más exigido, conforme aumenta el tamaño de la abertura, en función de la dilatación lineal de los materiales. Asimismo, el sellado de los vértices de unión entre los perfiles de aluminio y el de los encuentros entre estos y el vidrio, requieren también utilizar el producto adecuado.
Hoy, en el mercado argentino, conviven diversos selladores de fabricación nacional. Varios de ellos son ni más ni menos que el producto de materias primas importadas a granel que han sido envasadas: poliuretánicos, acrílicos, butílicos y, también, siliconas.
Independientemente de las distintas prestaciones que los distintos selladores pueden ofrecer, es una verdad irrefutable que los selladores de silicona -por estar compuestos por elementos de química inorgánica- siempre tienen una mayor vida útil y, prácticamente, nos garantizan que una abertura no debe volver a ser sellada nuevamente.
Finalmente, dentro de esta categoría puntual, es notable cómo en los últimos cinco años algunos selladores de siliconas de uso general han evolucionado en su capacidad de movimiento, acompañando así las necesidades de adherencia y estanqueidad de las aberturas cada vez más grandes, aceptando su desafío y respondiendo con éxito. Y lo más importante: permitiéndole a arquitectos, diseñadores e ingenieros, llevar los límites de sus proyectos cada vez más lejos.