• Barcelona será la ciudad invitada de honor en la próxima edición de la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, del 9 al 20 de octubre.
• Se mostrará la relación entre arquitectura y movimientos sociales, potenciando el perfil del arquitecto que desea transformar las relaciones sociales y urbanas.
• Daniel Mòdol, concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio; el concejal de Vivienda; Josep Maria Montaner, y los arquitectos Mar Santamaria, Adrià Goula, Oscar Guayabero, Ramon Faura y Flores & Prats son los encargados de dictar las conferencias.
En la Grecia clásica se llamaba «idiotas» a aquellos que se preocupaban sólo de sus intereses privados y no de los públicos. En las últimas décadas, Barcelona ha entrado en un proceso de transformación del espacio urbano en el que se priorizaron los intereses públicos en beneficio del conjunto de los ciudadanos.
Con este marco, una exposición, un ciclo de conferencias y un programa académico, organizados por el Ayuntamiento de Barcelona y el Institut Ramon Llull, son el centro de la participación de Barcelona como ciudad invitada de honor en la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires 2017, que tendrá lugar del 9 al 20 de octubre.
El hilo conductor de la exposición y las conferencias que la capital catalana presentará en Buenos Aires, así como el programa académico que acompañará a estas acciones, será “Barcelona, arquitecturas de una ciudad”, en concordancia con el proyecto “Barcelona Arquitectura, Ciudad Patrimonio” que está desarrollando el Ayuntamiento de Barcelona para poner en valor la arquitectura y el patrimonio de la ciudad. La participación catalana abordará el concepto de patrimonio, que va más allá de la protección histórica y tiene por objeto destacar el indudable valor que la arquitectura, el espacio público y el paisaje urbano suponen para la sociedad. El Ayuntamiento de Barcelona dará a conocer sus objetivos en este ámbito, tanto desde la vertiente de la preservación y el conocimiento, como desde la intervención y las nuevas actuaciones.
La exposición “Barcelona, arquitecturas de una ciudad”
Se presentarán una selección de cinco proyectos que ejemplifican las sintonías y las complicidades que se generan a partir de la interacción de la arquitectura y el arquitecto con la ciudadanía. La cooperativa de viviendas La Borda, el conjunto de equipamientos de Fort Pienc, la restauración del Turó de la Rovira, la rehabilitación de la fábrica Fabra i Coats y las viviendas para personas mayores de Torre Júlia, son proyectos que tienen en común la economía de recursos y una sensibilidad particular frente a los materiales y los usos colectivos.
La muestra también visualiza la apropiación de los usuarios, que a menudo impulsaron las principales transformaciones de la ciudad, centrándose en el espacio público y en su dimensión política. La plaza que da la bienvenida al visitante en la exposición quiere ser un vivo recordatorio de estas raíces ciudadanas, invitando a una mirada compartida entre Barcelona y Buenos Aires.
En el diseño expositivo, propuesto por los comisarios David Aceves, Ariel Cavilli y Toni Casassas, la plaza inicial conduce al visitante a una gran estructura en forma de cubo de madera y a una gran mesa que configura el espacio de lectura y de actividad académica. En el interior del cubo se proyecta una pieza audiovisual que recoge los testimonios de arquitectos y usuarios de los proyectos seleccionados. En el exterior de la estructura se encuentra la documentación e información sobre cada proyecto.
Render del montaje de la exposición “Barcelona, arquitecturas de una ciudad”
Torre Júlia, 2006 (proyecto), 2009-2011 (obra)
Arquitectos: Sergi Pons, Pau Vidal y Ricard Galiana
La Torre Júlia, en el barrio de La Prosperitat, resolvió un problema social priorizando el uso de los espacios comunitarios. El enclave, que articuló cuatro barrios entre vías y avenidas de circulación importantes, requirió la tipología de torre, repensada para adaptarse a un uso de vivienda tutelada de alquiler para gente mayor en un terreno exiguo. La alineación de la torre entró en sintonía con la dirección del terreno, que acogerá unas futuras piscinas públicas. La idea fue agrupar el edificio en tres comunidades, cada una con un espacio de reunión de doble altura en la arista de la torre y visible desde la fachada. Los arquitectos pensaron en cada planta espacios de socialización.
Cooperativa La Borda, 2017-2018
Arquitectos: La Col, formada por Arnau Andrés, Eliseu Arrufat, Ari Artigas, Carles Baiges, Anna Clemente, Lali Daví, Cristina Gamboa, Ernest Garriga, Mirko Gegundez, Laura Lluch, Lluc Hernàndez, Pol Massoni, Jordi Miró y Núria Vila
La Borda nació en el contexto de movilizaciones de Can Batlló como una cooperativa de barrio dirigida a promover la vivienda en régimen de cesión de uso. Para la cooperativa de arquitectos La Col, la participación de los usuarios reales de La Borda en todo el proceso, diseño, materialización y uso fue esencial. La Col y La Borda se compenetraron al máximo en un laboratorio de transformación social y vecinal. La visión de ambas cooperativas fue la de incentivar la vida comunitaria y un sistema constructivo sostenible, apostando por la madera como material y un dispositivo medioambiental que funcionó como invernadero, aportando calor en invierno. En verano el sobrecalentamiento se evita evacuando el calor como una chimenea por una ventilación superior. El proyecto se financió mediante la economía solidaria, la banca ética y aportaciones de entidades y personas individuales
Fort Pienc, 2001-2003
Arquitecto: Josep Llinàs
En un barrio con carencias de equipamientos se apostó por concentrar en una manzana varios edificios de este tipo: una residencia de ancianos, un centro cívico con biblioteca y una guardería. El proyecto de Fort Pienc se ejecutó entre 2001 y 2003, sumando al complejo un mercado y un colegio de educación secundaria. El singular punto de partida del edificio fue concebirlo como plaza, en la actualidad centro identitario del barrio. El éxito conseguido en Fort Pienc hizo que el Ayuntamiento replicara la misma idea en otros proyectos de la ciudad.
Turó de la Rovira, 2011
Arquitectos: Jansana De la Villa, de Paauw Arquitectes, AAUP Jordi Romero Associats.
El proyecto se centró en la recuperación de la memoria del paisaje. El Turó de la Rovira es una colina situada en un área protegida y pulmón verde de la ciudad. Este espacio, antes abandonado y residual, se transformó en un excepcional mirador sobre la ciudad. La propuesta buscó conservar los restos de la batería antiaérea republicana que defendía Barcelona durante la guerra civil. A la vez, se preservó un segundo estrato, el conocido popularmente como “el barrio de los cañones”, las barracas que se asentaron a partir de los años cincuenta y fueron demolidas en 1989. El proyecto evidencia también una tercera capa más antigua de explotación agrícola de la colina. Se trata de un paisaje en proceso de descomposición y esta idea refuerza el uso del hierro y hormigón desactivado, materiales que muestran su desgaste.
Fabra i Coats, 2011
Arquitectos: Manuel Ruisánchez y Francesc Bacardit
La movilización ciudadana de Amics de la Fabra i Coats y otras entidades vecinales dio sus frutos cuando consiguió que el Ayuntamiento comprara todo el recinto y así detener el derribo de la antigua fábrica. En la rehabilitación de la nave central se restauraron los volúmenes originales para privilegiar una visión primigenia de la fábrica, construida en 1910. La intención de recuperar la memoria rigió en todo el proyecto; austero y contenido en la introducción de nuevos elementos, de modo que se pusiera en valor el paso del tiempo. Fabra i Coats se llevó a cabo con un presupuesto reducido para habilitar los espacios a los usos de una fábrica de creación y a las necesidades diversas de artistas visuales, músicos y bailarines.
Comisarios de la Exposición “Barcelona, arquitecturas de una ciudad”
David Aceves. Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Postgrado en Servicio Público por la Universidad Politécnica de Cataluña. Trabaja en el diseño de edificios de ámbito residencial, cultural, sanitario y académico. Sus obras han recibido numerosos premios.
Ariel Cavilli. Arquitecto, realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. Cursó un posgrado en arquitectura medioambiental en la FADU (1996-97). Reside en Barcelona desde 2001, donde desarrolla su actividad profesional como arquitecto y paralelamente desarrolla investigaciones y publicaciones sobre patrimonio. En 2010 fundó Architour, un despacho de arquitectos que lleva a cabo actividades relacionadas con la arquitectura y la ciudad.
Toni Casassas. Artista visual. Trabaja en diferentes disciplinas como la arquitectura, la fotografía y las artes desde los años 90. Cursó estudios de arquitectura en la Universidad de Arquitectura y Diseño de Interiores de North of London, escenografía en la Kontsfack School of Art de Estocolmo, y de cine con el director Bigas Luna. También ha participado en diferentes ediciones de la Quam (Quincena de arte de Montesquiu) y en talleres de pintura y crítica de arte con Gloria Picazo. Trabajó en el diseño de exposiciones para el MEV y para la sala La Alberguería de Vic.
Conferencias en la Bienal
10 de octubre, Usina del Arte
Daniel Mòdol, concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona. Barcelona, arquitecturas de una ciudad
En la arquitectura urbana, la que abarca desde el espacio público a los umbrales donde la ciudad se desdobla o se interrumpe, tenemos la herramienta apropiada que nos permitirá combatir la desubicación del mundo digital que nos desreferencia del lugar donde vivimos. Mantener y potenciar la conciencia colectiva sobre la necesaria calidad de los espacios donde desarrollamos nuestra vida nos permitirá reconocer nuestras identidades urbanas y decidir, entre todos, cómo las tenemos que mantener y hacer evolucionar. ¿Cómo hemos de afrontar esta reconexión entre el entorno físico y el ciudadano? ¿Cuáles son los retos de la arquitectura urbana y de las ciudades?
Mar Santamaria. 10 maneras (posibles) como Barcelona podría desaparecer.
Desde su origen, las ciudades y sus arquitecturas han estado en crisis. Muchas ciudades han pasado del esplendor al olvido ya sea por la paulatina destrucción física como por la pérdida de la propia identidad por parte de sus ciudadanos.
Si bien Barcelona logró en las últimas décadas mejoras indiscutibles y ha desarrollado transformaciones de gran envergadura, podría aún llegar a desaparecer como tantas otras ciudades ¿Qué lecciones que podemos aprender de Barcelona y su (posible) desaparición?
Adrià Goula. Re-edificar.
La re-edificación es la idea de volver a edificar sobre lo existente, retomar un proyecto y rehacerlo en su totalidad. Un proceso en el que hay que enfrentarse a la intersección de dos épocas, dos programas, dos tecnologías y dos arquitectos. Este cruce entre destrucción y construcción se llena de soluciones impuras, donde se sacan unas partes, se cosen otras, se tapan y, al final, no quedan trazas de la drástica intervención.
Oscar Guayabero. La ciudad como espacio de felicidad.
En el urbanismo contemporáneo está presente de una forma más o menos evidente un concepto que hasta hace poco no entraba en los parámetros de la disciplina: la felicidad. En Barcelona, en concreto, el primer urbanismo de la democracia fue una apuesta evidente para recuperar el espacio público para el goce de la población. La idea de pasear, asumida ahora como parte del consumismo, era entonces revolucionaria, pero la apertura de espacios «paseables» se convertían en espacios de expresión y por lo tanto espacios de visualización de conflictos, entendiendo éste cómo aquello opuesto a la felicidad.
Ramon Faura Coll. La otra arquitectura (preguntas desde una casa-museo).
Algo extraño ocurre en Barcelona. Cuando la administración decide mejorar una calle o remodelar un mercado la población, lejos de celebrarlo, teme por su permanencia. Es posible que la consecuencia inmediata sea el aumento del alquiler, la desaparición del comercio de proximidad y la masificación turística de nuestro entorno más inmediato. ¿En qué medida la arquitectura de Barcelona ha cambiado ante la nueva realidad social? ¿Cómo se desarrolla la vida en una “casa museo”?
Josep Maria Montaner, concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona. Barcelona contemporánea: cultura del habitar y espacio público.
Construir políticas de vivienda requiere décadas. La cultura del habitar es el resultado de las políticas de vivienda pública, las tradiciones del espacio, las paulatinas innovaciones, las disponibilidades materiales, y las condiciones sociales y económicas. La cultura de la vivienda caracteriza cada país y ciudad. La ciudad se plantea hoy un urbanismo redistributivo, pasando del modelo Barcelona a un post-modelo social y vivible ¿Cómo será el post-modelo social y vivible de Barcelona?
12 de octubre, Usina del Arte.
Flores & Prats Arquitectos. La disciplina de lo existente. Sobre la nueva Sala Beckett de Barcelona.
El proceso de transformación que vivió la Cooperativa Paz y Justicia hasta convertirse en la nueva Sala Beckett es un viaje en el tiempo lleno de curiosidades. El estado de decadencia física de este espacio interesó a los arquitectos, no para devolverlo a su estado inicial, sino para llevar esa ruina hacia adelante. El resultado es un lugar donde lo viejo y lo nuevo funcionan juntos, donde creadores, público, directores y alumnos se encuentran en procesos creativos y transformadores.
Actividades paralelas
Paralelamente a este programa de arquitectura se desarrollará “Barcelona en Buenos Aires”, un programa de actividades artísticas en diferentes salas de la ciudad que comprende cine, teatro, danza y música. Participarán en este programa, entre otros, el cantante Albert Pla, la compañía Titzina Teatro, la compañía Vero Cendoya o el artista Joan Català.