A sala llena, tuvo lugar la segunda jornada de Conferencias Magistrales de la XV Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires BA15. Contó con la participación del admirado arquitecto argentino César Pelli, así como también sorprendieron las visiones inspiradoras de la arquitectura de profesionales como el costarricense Rolando Barahona Sotela, el griego Spiro Papadopoulos y representantes del estudio argentino Monoblock.
Durante la segunda jornada de Conferencias Magistrales de la XV Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires BA15, la gran expectativa estaba centrada en la presentación del arquitecto César Pelli, que con asistencia perfecta en los 30 años de Bienales y en plena actividad a sus 88 años, sigue generando en cada edición un diálogo especial y siempre vigente con el público de Buenos Aires. Pelli destacó: “Hoy voy a mostrarles obras realizadas y en construcción» -y bromeó: «Quizás vuelva a mostrarles sólo los proyectos en la Bienal BA17”. Mostró obras construidas recientemente con largos años de gestión para su concreción, como la Torre Iberdrola en Bilbao, de 165 metros de altura, ubicada frente al Museo Guggenheim. Sorprendió también con la terminación del tercer edificio del conjunto comercial Pacific Design Center de los Ángeles, a 44 años de haber comenzado el primero de los edificios y la ópera prima de su carrera, la llamada Ballena Azul. Con orgullo mostró sus obras en construcción avanzada en Buenos Aires, como la torre para Banco Macro en Catalinas Norte y las tres torres de Maral Explanada, que serán emblemáticas del perfil costero en Mar del Plata, cuyo esquema de plantas arquitectónicas está inspirado en el movimiento de las olas y en el viento que caracterizan a la ciudad.
Otra de las conferencias de la jornada que sorprendió por su valor conceptual fue la del arquitecto Rolando Barahona Sotela, de Costa Rica. Habló alrededor de la arquitectura emocional “para purificar la mente humana” y sostuvo que “debemos volver a los espacios y formas que apoyen la salud mental”. Realizó una demostración práctica sobre el escenario con los cruces de las líneas Hartmann, concluyendo: “El espacio exterior es tiempo, pero el interior es tiempo y vida. La arquitectura tiene que aprender a respirar hacia el exterior y pensar el afuera desde adentro”, una visión muy inspiradora y humanística de la arquitectura. El griego Spiros Papadopoulos también ofreció una visión teórica y provocadora de la disciplina. Papadopoulos explora una inédita relación entre la enseñanza y el proceso del proyecto urbano, a partir de lo que denomina “comunicación multimodal”, inspirado en el mundo de los videojuegos. “Una nueva generación de nativos digitales, que son más de 20 millones de usuarios, juegan con más de 100 videojuegos de construcción de ciudades, un avatar que toma decisiones todo el tiempo, tanto de control y movimiento como de contacto”. Representando la nueva generación de profesionales argentinos, estuvieron presentes representantes del estudio Monoblock de Buenos Aires, quienes plantearon posibles soluciones a los problemas de los edificios en PH en el tejido urbano porteño, trabajando sobre el vacío, la luz y los patios, reinterpretando la tipología de las casas chorizo, empujando los límites de las normativas. Mostraron obras de propiedad horizontal con jardines verticales, patios en altura y expansiones, y en síntesis brindaron una reflexión sobre “la arquitectura para la buena vida”. Además se refirieron a la relación de Buenos Aires con su ribera: “Debemos entender el agua como una infraestructura para el paisaje y brindarle mayor presencia en los espacios públicos»- y acuñaron el término «aquanismo». En la mañana de la segunda jornada, una veintena de conferencistas extranjeros visitaron la Casa Curutchet de la Plata -única vivienda proyectada por el maestro Le Corbusier en América, invitados por la Bienal BA15 y Tersuave. La Casa-Museo fue recientemente restaurada y actualmente está postulada para convertirse en Patrimonio Mundial de la UNESCO.